{146}



Una noche nada agradable por culpa del LSD, algo que seguramente había decidido no volver a tomar mucho antes de haberlo olvidado. El acido abre puertas y detrás de las puertas ya no hay nada. Aterrador casi todo el tiempo y al final tranquilizador, porque siempre se vuelve de una jornada de acido con una pequeña victoria entre las manos. No necesariamente un dragón de dos cabezas, sino mas bien un pequeño conejo decapitado. Una victoria en cualquier caso. El hombre de adentra en la jungla y sobrevive siempre vuelve cantando una canción, aunque, todo hay que decirlo, la jungla ésta ahora quemada, no en llamas, sino arrasada y negra. En cualquier caso, lo que da miedo no es el fuego, sino lo que queda después del incendio y después del incendio no queda nada.
tokio ya no nos quiere, ray loriga.

_sound° m.a.n.d.y.{12 remixes}
_sound° FearandLoathingin{LasVegas}